La necesidad de contar con una formación de calidad en el sistema educativo sitúa los estudios conducentes a la titulación en Educación Primaria en una situación de suma relevancia. Actualmente existe una gran demanda del título de Grado en Educación Primaria, reflejo de la necesidad que tiene la sociedad de ir suministrando nuevos profesionales para estos niveles de la enseñanza obligatoria.

Estos estudios proporcionan competencias para que, durante su labor profesional, los maestros aporten a los niños y niñas una educación que permita afianzar su desarrollo personal; sentar las bases de su devenir; adquirir las habilidades culturales básicas relativas a la expresión y comprensión oral, a la lectura, a la escritura y al cálculo; así como desarrollar habilidades sociales y hábitos de trabajo y estudio, el sentido artístico, la creatividad y la afectividad.

La tarea profesional y sus variantes de actuación se diversifican en las siguientes vertientes:

• La de “educador”: orientando y actuando como guía en su materia, promoviendo y facilitando el aprendizaje.
• La de “tutor”, en estrecha colaboración con la familia, detectando situaciones que puedan afectar al desarrollo y bienestar de los niños o casos de desprotección.
• La de “colaborador” en la gestión ordinaria del centro educativo.